jueves, septiembre 28, 2006

Política de Adquisiciones Militares

Por: Miguel Navarro Meza *

El artículo “Política de Adquisiciones Militares” fue publicado en el Nº87 de la Revista “Política y Estrategia” de la ANEPE, año 2003. (Para leer el artículo completo hay que hacer clic aquí).

* Miguel Navarro Meza es abogado y cientista político. Jefe de la Cátedra de Estudios Políticos y Jurídicos de la Defensa de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos. Profesor de la Academia de Guerra Aérea de la Fuerza Aérea de Chile. Profesor concurrente de la Academia Diplomática "Andrés Bello", titular de la asignatura de Seguridad Internacional. Profesor invitado del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Viña del Mar.

viernes, septiembre 22, 2006

Asignación de recursos a las Fuerzas Armadas en Chile

Por: Guillermo Pattillo*

En este artículo se sostiene que el proceso de asignación de recursos a las Fuerzas Armadas, inserto en los estrictos marcos de un sistema general de gestión pública que no innova sino muy lentamente en sus procedimientos y prácticas consuetudinarias... (Para leer el artículo completo hay que hacer clic aquí).

*Guillermo Pattillo es M. Phil. en Economía Monetaria, Universidad de Glasgow. Profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Santiago y del Instituto de Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Miembro de la Comisión de Defensa del Instituto Libertad.

martes, septiembre 19, 2006

Un nuevo mecanismo para adquisiciones militares

Por: Patricio Hales Dib.

Si las FF.AA confiaran en la responsabilidad de la democracia, para atender las necesidades de la defensa, no necesitarían de la Ley Reservada del Cobre. El mecanismo del 10% de las ventas del cobre les asegura una insana independencia de los poderes democráticamente electos por el soberano.

La provisión financiera para el potencial bélico no pasa ni siquiera ante la vista del Presidente de la República. El modelo es un bypass que, por detrás de todos los controles del Estado, conecta el dinero que factura Codelco con las cuentas corrientes de las tres ramas de las FF.AA y el Consudena, por mandato de esa Ley.

El Parlamento ni siquiera es informado de cuánto, cuándo y en qué armamento se gasta ese dinero.

La desconfianza militar surgió de experiencias que mostraron incomprensión de los políticos de su papel, desde la manipulación oligárquica de los ascensos a principios del siglo XX, la utilización de los militares para tareas políticas represivas y la despreocupación política por su tarea esencial. Fue memorable ese bajísimo nivel de equipamiento hacia 1970, con tanques M3 de la II Guerra Mundial, fúsil modelo Mauser 1912, artillería NA 105 de la guerra de Corea, cuando los oficiales chilenos solían trabajar de taxistas, los cadetes recibían un solo par de botas usadas, cursos de radio sin radio y la instrucción de tiro con ruido simulado por falta de munición.
Durante muchos años los esfuerzos de modernización de nuestras FF.AA no se dotaron de los recursos suficientes desde la autoridad política.

En Chile en los últimos años, las conductas políticas y la renovación doctrinaria de responsabilidad probada en el uso del poder, desmienten el prejuicio militar de suponer que los políticos debilitarían el financiamiento para adquisiciones de material bélico, colocándolo detrás de necesidades de mayor brillo electoral. Se ha visto que, paradojalmente, esa generación de políticos que compartió el trauma institucional y los peores dolores, ahora, en el ejercicio del poder, ha dado las mejores pruebas de seriedad y responsabilidad política en la relación del Estado con las FF.AA.

Anclarse en la experiencia histórica, para un lado y otro, sólo sirve de fundamento para desconfianzas mutuas, mientras que nuevas formas de responsabilidad del debate político y de doctrina militar merecen probarse innovando, en el escenario del presente, para las tareas de Defensa.

Por eso debe derogarse la ley Reservada del Cobre. Modificarla para acotar los montos de dinero es maquillarla por la circunstancia del buen precio del cobre. Hay que construir un modelo transparente de adquisición de equipamiento militar, que cubra necesidades en el tiempo, definidas técnicamente por especialistas, con financiamientos sustentables y asumidos por las autoridades políticas representativas, como responsabilidad de Estado en períodos largos e independientes de los cambios electorales de gobiernos.


El actual mecanismo de FF.AA supra-poderes representativos, contribuye al secretismo, se ha demostrado financieramente ineficiente, provoca suspicacias y rechazo, aumenta la falta de responsabilidad de los políticos con la defensa colocándolos en el limbo de los inhabilitados, dificulta el acercamiento democrático con los militares, aleja el debate de defensa, acentúa el desinterés por lo militar y mantiene los prejuicios de desconfianzas.

La ley reservada del cobre es un monumento a la desconfianza de los militares en la democracia.

Si la historia explica ese distanciamiento y muestra que algo se hizo mal para generar desconfianzas mutuas, el presente está demostrando que militares y políticos pueden construir, con sus propias experiencias históricas, nuevas formas de relación, propias de un Estado democrático, que harían mejor al país.

viernes, septiembre 08, 2006

Invitación de Patricio Hales para el Seminario Compras Militares, Ley del Cobre y Transparencia

Amigos:
El debate está abierto a las diversas posturas: derogar, modificar o mantener las actuales disposiciones legales de financiamiento de las adquisiciones del material y equipamiento para el potencial bélico de la Fuerzas Armadas. El Presidente de la Comisión sugiere a los panelistas que enfoquen su participación en base a los siguientes tres capítulos.

Capítulo I: Los procedimientos de asignación de recursos.
¿Cómo se asignan?¿Cual debe ser el mecanismo?
1. La transparencia de los procedimientos.
2. Garantizar la eficiencia de los procedimientos, su seguridad y oportunidad.
3. Resolver el reduccionismo que opone el secretismo a la transparencia.

Capítulo II: Las fuentes de financiamiento.
¿Con qué recursos?¿De donde salen?
1. La responsabilidad fiscal en la asignación y procedencia de los recursos.
2. La sustentabilidad y el cuidado de la escasez.
3. Enfrentar el falso dilema entre gasto social o defensa, la caricatura ”cañones o mantequilla” .

Capítulo III: Los objetivos estratégicos.
¿Para qué son los recursos? ¿Por qué se necesitan?
1. La defensa como tarea de Estado. La responsabilidad del horizonte estratégico.
2. El financiamiento para una necesidad del país. La defensa, junto a las RREE, y las tareas militares como objetivos nacionales. La seguridad global: defensa y disuasión.
3. El reduccionismo es obligarse a definir la tarea de la defensa entre: Pacifismo o Fatalismo Bélico.

Para contactarme y enviarme sus ponencias para el Seminario Compras Militares, Ley del Cobre y Transparencia; hágalo a mi correo electrónico.

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viernes, septiembre 01, 2006

Patricio Hales: “Ley Reservada del Cobre ha permitido a los políticos lavarse las manos”

Fuente: Diario El Mostrador, edición del 16 de mayo del 2006

Presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara reconoce que el hecho de que exista una normativa que permite se les entregue dinero a las distintas ramas para comprar pertrechos ha producido ''un efecto negativo que dejó a los políticos en el limbo de una supuesta inocencia y los transforma en irresponsables respecto a discutir presupuestos de las FF.AA.''.

Desde que Chile retornó a la democracia no se ha podido romper con un resabio de la dictadura existente en las Fuerzas Armadas y es que las compras militares sean secretas, ya que hasta el día de hoy, no se informan previamente las negociaciones o las ofertas de las empresas a las distintas ramas de la defensa nacional.

El presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara, Patricio Hales, es partidario de que no exista este “secretismo” y por eso pidió a la ministra del ramo, Vivianne Blanlot, que se informe a los parlamentarios de la adquisición de los pertrechos, para conocer de primera fuente, y no a través de los medios de comunicación, los detalles de dichas compras.

El diputado PPD dice que “continúan los resabios de las ignorancias mutuas entre políticos y militares, las autoridades de defensa han creído que es necesario mantener ese manto de misterio confundiéndose los objetos con la operatividad táctica”.

-¿Por qué cree que este secretismo se ha mantenido, pese a que en dictadura se criticó bastante esta situación?
-Es inaceptable que Chile tenga secretismo en materia de adquisición de armamentos. No hay compatibilidad entre el régimen democrático y la ausencia de transparencia con respecto a la información previa a las compras de armas. En Chile, es obvio y evidente que ha existido durante los últimos 100 años un modelo de ignorancia mutua entre los políticos y las Fuerzas Armadas.

-¿A qué se refiere con las ignorancias mutuas?
-Creo que por una parte es común la visión vulgar de los políticos de no entender el rol de las Fuerzas Armadas, la importancia de su presupuesto, la necesidad de los recursos financieros, la existencia de la capacidad disuasiva, la logística suficiente, los elementos para la capacidad operativa y el financiamiento de ella. Pero, por otra parte, es la ignorancia de que en las Fuerzas Armadas se haya ido instalando, en los últimos cien años, el prejuicio respecto a los políticos como la causa del desfinanciamiento de las ramas armadas, y el desinterés y el estimulo a un cierto secretismo en materia de la compra de armamento.

"Democrática y transparente"

-Usted pide que se les informe a los diputados y senadores de las compras con antelación.
-Le pedimos a la ministra que queríamos tener en el futuro toda la información previa para las compras y Vivianne Blanlot se comprometió a que su gestión será democrática y transparente, y que involucrará a los parlamentarios en la decisión de la compra de los armamentos.

“Quien crea que conocer la compra de armamentos pueda debilitar o colocar en una situación vulnerable la capacidad defensiva de nuestras Fuerzas Armadas, no entiende nada de Defensa, porque los hechos bélicos no tienen triunfos o derrotas en función de los objetos materiales con los que cuenta una fuerza, sino que la calidad de la fuerza depende de factores tácticos, preparación e instrucción”.

-Pero ¿de qué les serviría actualmente saber las compras antes si no pueden hacer nada al respecto? Los políticos están hoy en una posición cómoda porque al pasar el 10% de las exportaciones del cobre a las Fuerzas Armadas se desligan de analizar y ver el tema en la Cámara, y dar cuenta a la ciudadanía si aprueban o no dichas adquisiciones...
-Creo que efectivamente la Ley Reservada del Cobre no sólo produce una deformación en la transparencia de la Ley de las Fuerzas Armadas, sino que también le ha permitido a los políticos lavarse las manos en materia presupuestaria. Eso hace que hoy los militares, que creyeron que se hacían un bien a sí mismos y a las Fuerzas Armadas al conseguir esta ley en la dictadura, se equivoquen...

-¿Por qué?
-Los militares creían que esa ley les producía la tranquilidad completa en su relación con el Estado para el financiamiento y han terminado consiguiendo un efecto negativo que dejó a los políticos en el limbo de una supuesta inocencia y los transforma en irresponsables respecto a discutir presupuestos de las Fuerzas Armadas. Eso es absolutamente contrario al efecto presuntamente beneficioso que los militares creían se produciría en la relación entre políticos y Fuerzas Armadas.

Efecto "nocivo"

-¿En qué ha sido nocivo?
-El efecto ha sido nocivo porque hoy tenemos a políticos que ignoran las necesidades militares, que no discuten las necesidades de las Fuerzas Armadas, que no se involucran en la elaboración de una política presupuestaria acorde a las necesidades del país y, por lo tanto, son simples espectadores que opinan para bien o para mal de la distribución de los recursos. O sea, la Ley Reservada del Cobre le está haciendo mal en definitiva, incluso, a sus propios creadores.

-Pero, insisto: ¿Qué sacan ustedes con tener la información si no pueden hacer nada porque existe la Ley Reservada del Cobre que destina una parte del producto de las exportaciones de ese metal a las compras militares?
-Si se abriera la información de la compra de armamentos y la discusión de las necesidades presupuestarias de las Fuerzas Armadas, los políticos tendríamos la obligación de involucrarnos en el tema viéndolo como un tema país y del Estado, y opinar representando a los ciudadanos. Además, deberíamos rendirles cuenta a la ciudadanía. Hoy no le rendimos cuentas a nadie y al final lo que han conseguido, quienes tratan de defender a los militares, es que los senadores y diputados no le rindamos cuenta a nuestros ciudadanos de lo que se compra o no. Yo, por lo menos, no quiero volver a leer por los diarios que se decidió la compra de equis tanques.

Los cambios a la ley

-Entonces, ¿usted está de acuerdo con derogar de una vez por todas la Ley Reservada del Cobre o modificar al menos dicha normativa?
-Cree que debe derogarse y construirse un sistema presupuestario que asegure a las Fuerzas Armadas que van a contar con los elementos que requieren, ya que son un recurso de la nación. Pero no pueden seguir financiándose como si fueran un cuarto poder de la Republica.

-¿No sería partidario de poner un techo a la ley?
-No, yo creo que una transformación interesante sería utilizarla como una forma de indexación y eso no lo es, no es un valor referencial a partir del cual se construye presupuesto, pues en la instrucción de su articulado se define claramente que se traspasan los fondos a la Tesorería General de la República y de allí a tres fondos privados de las tres ramas. Lo que ha contribuido a este clima de aislamiento de la política con respecto a las Fuerzas Armadas, reforzando la ignorancia mutua en que hemos estado inmersos en el transcurso de los últimos 100 años.

-¿Usted habría autorizado la compra de tanques Leopard II, sabiendo que los que existen fueron comprado sólo hace ocho años y no se les ha hecho la mantención adecuada?
-Hubiera hecho una investigación sobre la ausencia de la mantención y luego habría autorizado la compra, porque estaban a un precio conveniente.


La desconfianza entre políticos y militares

Por Patricio Hales Dib (Agosto del 2006).

El general Óscar Izurieta, el nuevo jefe militar, comenzó su gestión en un escenario diametralmente distinto en la relación entre la política y los militares, ya que es el primer comandante en jefe de dicha institución que podrá ser removido por mandato de la Constitución.
A Izurieta le está correspondiendo poner en acción una nueva etapa de lo iniciado por Cheyre que instaló un cambio en el lenguaje, el esfuerzo cultural, en la apertura, la normalización, el acercamiento a la ciudadanía, y de vínculo directo con el poder del soberano; ese poder que reside en los políticos electos democráticamente .

El nuevo Comandante de Jefe se ha abierto y ha comenzado a contribuir al debate al calor de la democracia. Enfrenta una tarea con nuevo tipo de problemas, dificultades con las que no ha existido experiencia del ejército después de la dictadura. Las exigencias que enfrenta Izurieta también surgen de un clima con más apertura que no depende sólo de su iniciativa, con políticos más exigentes, con un Ejército más en la discusión pública y, por tanto, con una discusión sobre las FFAA más expuesta y más mediática. Ello generará una demanda de atención por parte del comandante en jefe más allá de la costumbre. Parece transformar en la acción y en la práctica las declaraciones de normalidad.

Izurieta tiene un problema delicado ya que en ese escenario va a conducir un Ejército frente a un mundo político con el que continúan mutuas relaciones de desconfianza. Porque entre políticos y militares hay una relación de desconfianza.

La izquierda, la derecha y los militares

La desconfianza se incubó en dos conductas políticas de relación con las fuerzas armadas brotando en el compromiso de estas respecto a cada una.

El primero es de la derecha. Durante el siglo XX la derecha quiso mantener a los militares a su servicio para que le aseguraran el orden social a su gusto .Las creía propias. Por eso no puede superar el desapego que se ha producido con la apertura y esfuerzo de normalización del Ejército. Así fue que le pasaron la cuenta a Cheyre, hostilizándolo hasta el último momento con los casos Antuco y Antártica, juzgando en forma negativa su gestión.

Esta es heredera de la derecha que descubrió en la crisis de 1924 que los militares tenían opinión propia y no estaban para ordenarle sus apetitos de poder. No lo pudo entender Arturo Alessandri cuando irrumpen los oficiales de la clase media enfrentando a una oficialidad oligárquica que taponeaba los ascensos con treinta años de distancia entre un general y un mayor y que logra la aprobación del Código del Trabajo para sorpresa de los políticos al mando.
La otra ha sido la desconfianza con la izquierda, que nació en el siglo XX con esos políticos que despreciaban el valor del patriotismo motejándolo de chauvinismo, que desde la FECH se carteaban con Unamuno cuando querían devolver Tacna y Arica. Esa izquierda que ha mirado a los militares desde los años 20 como representante de valores y doctrinas ajenas a las aspiraciones populares.

La izquierda, salvo excepciones, ha tenido una histórica incomprensión de las Fuerzas Armadas. En el acercamiento hacia ellas siempre estaba latente un intento de manipulación partidista buscando el apoyo armado al proyecto ideológico.

La izquierda, históricamente, no entendió a los militares como un recurso de la nación y ha reducido su misión prejuiciada por las acciones represivas con que los gobiernos mandaban al ejército contra el movimiento social .Finalmente el golpe militar del 1973 hace muy difícil para la izquierda separar el compromiso político circunstancial del Ejército con el golpe, respecto a la misión institucional que es permanente.

Comprometerse con la defensa

Actualmente aumentan los políticos de izquierda cercanos a los temas de la defensa. Se amplía la comprensión de los partidos .No es algo individual.

Lo interesante es que se trata de la misma generación que ha sufrido los atropellos de los militares en dictadura. Son políticos que mantienen su implacabilidad para exigir justicia en derechos humanos respecto del rolo político que los militares asumieron, y a la vez se involucran en un sentido de nación, con un compromiso a fondo con las tareas de la defensa como factor de seguridad para el desarrollo.

Es comprensible que a muchos se les hace difícil procesar su dolor personal como un momento del Ejército y no como su misión . Sin embargo, el escenario de nuestras relaciones internacionales hace más necesario todavía abrir el compromiso democrático-político con la misión de la defensa.

Con mayor responsabilidad en democracia, donde la no deliberación de las Fuerzas Armadas, no es un sometimiento al poder civil sino que tiene que constituir para ellas el orgullo de obedecer el mandato de la autoridad democráticamente elegida por el pueblo. Esa autoridad la eligen todos: civiles y militares.

En este clima nuevo, junto con las dificultades que va a tener Izurieta, se abre una gran oportunidad de construir una política democrática de la defensa, que no sólo puede otorgar transparencia, paz , progreso social, estabilidad política, sino que también seguridad .

El viaje más simbólico del Aquiles y reflexiones de Patricio Hales ante su encuentro con el Comandante en Jefe de la Armada

Fuente: Diario La Tercera, edición del 16 de abril del 2006.

El almirante Rodolfo Codina invitó a ex presos políticos a navegar por los mares del sur. Durante un crucero de tres días por la XI Región personeros como la subsecretaria de Salud, Lidia Amarales, y el diputado Patricio Hales, detenidos y torturados durante el régimen militar, compartieron con los efectivos de la Marina. En el viaje también participaron representantes del mundo político y empresarial. La iniciativa fue del comandante en jefe, quien -desde que asumió el cargo- ha dado prioridad al tema de los DD.HH. aunque en un estilo muy diferente al que impuso Cheyre en el Ejército.


La noche del viernes 31 de marzo el buque Aquiles de la Armada surcaba los gélidos canales que separan la laguna San Rafael de Puerto Chacabuco en la XI Región. Pero el ambiente era cálido en el salón principal de la embarcación cuando el almirante Rodolfo Codina alzó su copa y pronunció el discurso que hizo llorar a varios de los presentes. "Nos acompañan hoy ciudadanos de nuestro país que vivieron la dolorosa experiencia derivada de un pasado que nos dividió y enfrentó en forma irracional, dejando huellas de las cuales no podemos sentirnos orgullosos y que, de corazón, lamentamos", señaló solemne el comandante en jefe de la Marina.

Entre los emocionados pasajeros estaba el empresario Oscar Guillermo Garretón, quien enfrentó la prisión y el exilió tras ser acusado de sedición por la Armada en 1973; la subsecretaria de Salud, Lidia Amarales, y el diputado Patricio Hales, quienes sufrieron detención y tortura durante el régimen militar; y la diputada Carolina Tohá, cuyo padre, José Tohá, murió en 1974, tras pasar por el centro de reclusión que la Marina tenía en Isla Dawson.

Los selectos invitados culminaban así un crucero de tres días por los mares del sur, donde pudieron compartir distendidamente con los uniformados de la tripulación. Fue el discreto pero significativo gesto de reparación que preparó el almirante Codina, para quien el tema de los derechos humanos es una de las prioridades de su mandato.

Actividades a bordo

El almirante (R) y actual senador Jorge Arancibia instauró en 1998 la tradición de realizar a fines de marzo un viaje en el Aquiles con personeros del mundo político y empresarial. El claro objetivo era que el buque sirviera de plataforma informal para hacer llegar las inquietudes de la Armada a las más altas autoridades.

En los ocho viajes que se han realizado hasta la fecha (el 2003 no se efectuó debido a la guerra en Irak), el itinerario siempre es el mismo: los invitados se embarcan en Puerto Montt, viajan a Puyuhuapi -donde disfrutan de las termas del lugar- y conocen el ventisquero San Rafael para luego regresar a Chacabuco.

Este año entre los pasajeros estaban el presidente de la Corte Suprema, Enrique Tapia; el ministro de Educación, Martín Zilic; el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio, Hernán Somerville; el presidente de la Asociación de Exportadores, Ronald Bown; el senador PS Jaime Naranjo; el diputado UDI Rodrigo Alvarez y el empresario RN, Daniel Platovsky, entre otros.

Todos, con sus respectivos cónyuges, debieron escuchar al inicio del viaje una detallada exposición del almirante sobre las tareas nacionales e internacionales que realiza la Armada. Oír la disertación fue "el costo del pasaje", según bromeó Codina con sus invitados.

Pero luego hubo espacio para el esparcimiento y recorrer el buque, que con sus 103 metros de largo es uno de los más grandes construidos en los astilleros chilenos de Asmar.

Codina y su esposa, Gloria Macchiavello, actuaron de anfitriones. "El almirante rompe los esquemas de un comandante en jefe porque permite tutearlo. Yo le decía 'Rodolfo'. Además se pueden conversar temas más políticos", dice Naranjo.

Fue precisamente eso lo que hizo Codina en su primer almuerzo junto a Hales y la subsecretaria Amarales. El oficial entró de lleno en los temas de DD.HH. y los personeros relataron sus experiencias durante el régimen militar.

Según Amarales "se creó un ambiente muy especial. El almirante comenzó a hablar de la reconciliación y eso se convirtió en el tema del viaje. Hasta los empresarios se fueron sumando a la conversación. Todos, salvo los parlamentarios de derecha, que sentí que el tema les pasaba por el lado".

Aunque la primera noche no hubo actividades, para evitar que los invitados se marearan al cruzar el Golfo del Corcovado, en la segunda se realizó una "hamburguesada" y un bingo. El premio mayor -una pintura que luego donó a un hogar de beneficencia- se lo llevó el obispo castrense, Juan Barros, pese a que minutos antes se quejaba de su mala suerte.

No faltaron las guitarras y Oscar Guillermo Garretón tocó un repertorio de boleros y rancheras, entre ellas "se me acabó la fuerza de la mano izquierda", tema que le pidió especialmente el diputado Hales. Otro cantante fue el esposo de Lidia Amarales, Eric Román, quien inventó unas décimas sobre el viaje que Codina imprimió y repartió entre la tripulación.

La tercera y última noche realizaron un baile donde, según quienes participaron, la estrella fue la subsecretaria de Marina, Carolina Echeverría, quien durante el viaje logró estrechar buenos lazos con la Armada y sostuvo varias conversaciones con el comandante en jefe. La subsecretaria, además, mostró ser una buena nadadora en las termas de Puyuhuapi, donde la mayoría aprovechó los beneficios del exclusivo Spa del lugar.

Para Hales, lo más significativo fue la visita a los hielos milenarios de San Rafael. "Yo soy el número 1.076 en el listado del Informe Valech sobre prisión política y tortura. Pero cuando estaba junto a los marinos frente a la inmensidad del glaciar sentí que no había cabida para pequeñeces ni rencores".

Amarales resume la experiencia: "Fueron tres días de sanación para nosotros, pero también para la Armada".

Al término de la travesía Garretón agradeció la invitación con un improvisado discurso donde recordó que desde hace 35 años no subía a un barco de la Marina. "Hablo sin la menor intención de cobrar cuenta alguna, porque soy un convencido que la responsabilidad por lo ocurrido es compartida por vencedores y vencidos".

Los otros cruceros

El secretario general de la Armada, contraalmirante Cristián Millar, es el encargado de organizar cada año la travesía en el Aquiles y afinar la lista de invitados. Según explica, cada viaje está diseñado según un objetivo específico.

Y así como en esta ocasión el crucero estaba enfocado en enfrentar las divisiones del pasado, en el 2004, cuando participaron los entonces ministros José Miguel Insulza y Nicolás Eyzaguirre, la temática fue la renovación de buques de la escuadra, proyecto que aún no se concretaba.

Uno de los viajes más recordados por la Marina es el del 2000, en que participó el poeta Raúl Zurita, quien se reencontró con la Armada tras haber estado detenido en 1973 en el carguero Maipo.

También fue significativo el del año 2002, con Michelle Bachelet como nueva ministra de Defensa. Entonces, la actual Presidenta fue la única de los invitados que se animó a subirse a un bote Zodiac para ver de cerca los ventisqueros, pese a que el mar estaba agitado por el mal tiempo. En ese viaje, Bachelet pudo codearse con representantes del mundo empresarial, como Juan Claro.

El 2005, el primer viaje de Jaime Ravinet como ministro de Defensa, fue accidentado. El Aquiles tocó fondo en una roca, lo que dañó el casco y las autoridades debieron ser evacuadas. Meses después un sumario determinó sanciones para el comandante del buque.

Millar aclara que "no se trata de un viaje de turismo, sino de transmitir directamente a las autoridades lo que es la labor de la Armada. Ojalá los 15 millones de chilenos pudieran hacer este viaje".

El estilo Codina

En la Armada reconocen que la institución proyecta una imagen de mayor "retraso" en materia de DD.HH. respecto a la que logró el Ejército bajo el mandato del general (R) Juan Emilio Cheyre.

Pero el almirante Rodolfo Codina ha dado numerosos pasos para intentar revertir la situación. De hecho, sólo una semana después de asumir el cargo, se reunió en forma reservada con Patricia Woodward, hermana del sacerdote Miguel Woodward, quien murió tras recibir torturas, presuntamente en el buque Esmeralda. Y hace pocos días, la institución entregó a la justicia la bitácora que registra el ingreso del sacerdote a la embarcación.

En agosto, Codina se reunió con dirigentes del Partido Comunista de la XII Región para devolverles una sede expropiada al partido tras el golpe de Estado. Por esas fechas, también recibió en el edificio de calle Zenteno a dos víctimas de torturas a bordo del Esmeralda, para avanzar en el acto de reparación que la Armada pretende realizar a bordo de la nave.

Aunque el objetivo es el mismo, los estilos de Codina y Cheyre tienen claras diferencias. El almirante trabaja con la máxima reserva y privilegia los encuentros y conversaciones cara a cara, tal como lo hizo en el Aquiles. La apuesta del general (R), en cambio, fue difundir ampliamente su política de DD.HH. por los medios de comunicación, realizando seminarios masivos y publicando columnas en los diarios.

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A continuación:
REFLEXIONES DEL PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE DEFENSA NACIONAL ACERCA DE SU ENCUENTRO CON EL COMANDANTE EN JEFE DE LA ARMADA.

Fuente: CÁMARA DE DIPUTADOS, LEGISLATURA 354ª, Sesión 8ª, en martes 4 de abril de 2006 (Ordinaria, de 11.07 a 15.23 horas).

El señor PÉREZ (Vicepresidente).- En el tiempo del Partido por la Democracia, tiene la palabra el diputado señor Patricio Hales.
El señor HALES.- Señor Presidente, hace unos días, en mi calidad de presidente de la Comisión de Defensa, fui invitado por el comandante en jefe de la Armada a un encuentro con la Armada en el buque Aquiles.
Participé en esa reunión cuyos objetivos eran, en primer lugar, conocer las tareas que cumple la Armada en áreas aisladas y cómo las atienden con el soporte logístico institucional. En segundo lugar, conocer a su propia gente, a sus oficiales, a la gente de mar y, en tercer lugar, conocer la opinión del comandante en jefe, quien en su intervención planteó, entre otros conceptos, la posibilidad de crear vínculos que ayuden a lo que él llama “la construcción de un país más solidario”.
Señor Presidente, pido que se envíe un oficio con mis palabras a la señora Vivianne Blanlot, ministra de Defensa, para que pueda recibirlo, a su vez, la señora Carolina Echeverría, subsecretaria de Marina, quien también participó en ese encuentro, en forma destacada, con sobriedad, calidad y aplicación propias de una funcionaria que comprende la seriedad que significa estar a cargo de esa rama de la defensa.

Pido también que mis palabras también se hagan llegar a los comandantes en jefe de la Fuerza Aérea y del Ejército.
En ese encuentro no sólo aprendí a conocer más a los marinos y a cumplir de mejor manera mi tarea como político, desde la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados. Aquí todos somos representantes ciudadanos y servimos a la Patria desde la tribuna política, y si alguno de nosotros ha cumplido con los deberes militares, ha pasado por las filas de alguna de las ramas -en mi caso, del Ejército, cumpliendo voluntariamente con el deber militar que impone la ley-, más allá de eso, nuestra tarea es la política. Es decir, nuestros mundos son distintos, pero no deberían ser distantes.
Soy parte de una generación de políticos que cometimos múltiples errores en nuestra apreciación sobre las Fuerzas Armadas. El siglo XX fue la época de las distancias. El siglo XIX marcó la creación de las Fuerzas Armadas. Fueron los políticos quienes le dieron origen; la integraron, la fortalecieron y les entregaron los recursos necesarios. Civiles y militares llevaron una relación de construcción de la república. Pero en el siglo XX, junto con los conflictos sociales y la aparición de las distancias entre una oficialidad nueva, de clase media, y una oficialidad marcada por la oligarquía del siglo XIX, se comenzaron a generar los distanciamientos entre políticos y militares.
Insisto en que el siglo XX ha sido el de las distancias: para la Derecha, porque se alejaron aquellos que creían que era un recurso para su propio poder; para la Izquierda, porque muchas veces quiso más bien instrumentalizar a las Fuerzas Armadas al servicio de sus propias ideas. Al final, tanto Izquierda como Derecha sólo generaron desconfianzas hacia las Fuerzas Armadas.

Quiero hacer notar las palabras que pronunció el comandante en jefe aquella noche, en el Aquiles, cuando terminábamos la jornada de encuentro: “Es tiempo de consolidar una amistad cívica. No es suficiente que hayamos avanzado en la relación civil-militar. Somos de todos los chilenos y en ello estamos comprometidos”.


Francamente, siento esas palabras como propias, porque me imagino a las Fuerzas Armadas siempre como un recurso de la nación. Incluso, soy capaz de comprender que el hecho de que los militares, durante la dictadura, tomaran la opción política de comprometerse con la Derecha, es una circunstancia histórica que no me induce a juzgar a la totalidad de la institución.
Y por parangonar o hacer una analogía: no porque no me guste un determinado Presidente de la República me deja de gustar el sistema democrático, o no porque no me guste un período de gobierno republicano, me deja de gustar la república.

La necesidad de las Fuerzas Armadas nace con la nación chilena y, hoy, más aún con las tensiones que vivimos, mayor razón para tener fuerzas disuasivas, comprendidas por los políticos como un recurso de todos los chilenos. Si desde la política no supimos entender eso, expreso que volví a aprender con el comandante en jefe de la Armada.

No puedo dejar de recordar con emoción las palabras con que nos recibió a quienes somos parte de la lista de torturados y presos políticos en Chile. En esa lista soy el N° 11.076. Lo tengo marcado en el brazo no para guardar rencor, sino para tener el recuerdo de lo mucho que me equivoqué y del dolor que me infligieron, como una enseñanza, simplemente, para no volver a repetir tragedias que le han hecho mal a Chile.

No le paso cuentas a nadie, y si alguna vez alguien me pidió perdón, lo he perdonado. A los que no me han pedido perdón, no los puedo perdonar, porque hay muchos que todavía no entienden su responsabilidad política y más bien se la han endosado a los militares.

Esa tarde, en el Aquiles, el comandante en jefe de la Armada agregó: “Nos acompañan personalidades y ciudadanos de nuestro país que vivieron la dolorosa experiencia derivada de un pasado del que no podemos sentirnos orgullosos. De corazón, lo lamentamos”. Por ello, estas palabras son de respeto y afecto. Manifestó enseguida: “Valoramos -se lo agradezco- la grandeza y generosidad de haber concurrido a esta invitación y con ello habernos dado la oportunidad histórica de retomar una amistad cívica y emocional de la que sí queremos enorgullecernos. Todos somos parte de un proyecto donde el rencor no tiene cabida”.


Hoy, el ventisquero sigue en el mismo lugar, a pesar de que el planeta Tierra se desheló hace 100 millones de años. Ante ese universo siento mi insignificancia. Si yo soy poco, mucho menos es aún la posibilidad del rencor.

El comandante en jefe de la Armada dijo, además: “Podremos reconstruir los nexos de una sociedad que jamás debió alcanzar distancias y conflictos que llevaron a interrumpir una capacidad de acuerdos y entendimientos nacionales. Tenemos que asegurar un futuro mejor, haciéndonos cargo de nuestro pasado.”


Creo que podemos ser un puente de comprensiones mutuas y capaces de ponernos en el lugar del otro y entender lo que vivimos.


Tenemos un privilegio único. Muchos de los presentes vivimos el tiempo de la Unidad Popular, del Presidente Allende, con todos los errores que cometimos; los tiempos de la dictadura, con los sufrimientos que no nos merecimos, independientemente de nuestros errores, y los de la construcción de la democracia y de la convivencia, en una Sala como ésta, donde cabemos absolutamente todos.

Hace pocos minutos ha habido aquí un homenaje a otro político de ideas completamente distintas. El derecho de cada uno de nosotros a expresarnos aquí nace de la voluntad del soberano, del pueblo que nos elige, y los militares, sin duda, se sentirán orgullosos de ser obedientes al soberano.


Cuando se dice que los militares se supeditan al poder civil no es por el conflicto entre civiles y militares, sino por la idea y la convicción de que obedecer al poder civil es obedecer al soberano, porque fue elegido por el pueblo.

La enseñanza del encuentro con el vapor Aquiles quiero dejarla estampada en las actas del Congreso Nacional.
He dicho.

El señor PÉREZ (Vicepresidente).- Se enviarán los oficios solicitados por su señoría.
(sigue el resto de la Sesión de Sala)...

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Visita del Diputado Patricio Hales a instrucción de campaña de la IV División de Ejército, Coyhaique

Fuente: Diario El Divisadero, edición del 26 de abril del 2006.

Imagen almacenada por flickr


Coyhaique-. La visita se llevó a cabo en el Cuartel General de la IV División de Ejército, donde el Diputado Patricio Hales Dib, Presidente de la Comisión Defensa de la Cámara de Diputados, presentó los saludos protocolares, al Comandante en Jefe de la IV División de Ejército, General de Brigada Gonzalo Santelices Cuevas, donde conversaron diferentes temas de su competencia.

En la reunión protocolar y debido a que el contingente acuartelado en el Regimiento Reforzado N° 14 “Aysén”, durante el mes de abril se encuentra cumpliendo con su primer periodo de campaña en el sector Las Bandurrias. El General Santelices invitó al Diputado, Patricio Hales, a visitar a los jóvenes que se encuentran cumpliendo con esta ley de la república.

Durante la jornada en terreno, el parlamentario tuvo la oportunidad de visitar las dependencias del Regimiento San Carlos de Ancud, en Las Bandurrias, como así también compartir con los instructores y soldados de esa unidad militar. Posteriormente, los Instructores del Regimiento Reforzado N° 14 “Aysén”, mostraron al Diputado, las diferentes técnicas de combate que en ese momento estaban recibiendo los Soldados.

Al ser consultado por la impresión que se lleva del trabajo que se encuentra realizando la IV División en Aysén, el presidente de la Comisión Defensa, Diputado Patricio Hales, señaló que “es impresionante ver los jóvenes después de cuatro semanas, el excelente estado de ánimo en la instrucción, hombres y mujeres, quienes han venido de distintas partes del país a hacer su servicio militar y obviamente, debo destacar que están muy bien conducidos, se nota claramente el liderazgo del mando, porque sin los instructores que están a cargo de ellos, que son los que le van imprimiendo el espíritu necesario y la comprensión de la misión, no funcionarían como funcionan. Por otra parte el equipamiento es de muy buena calidad, está claro que estas son condiciones climáticas adversas; comen como me hubiese gustado comer a mi cuando estaba en el Ejército.

Hacer el Servicio hoy en día, no es lo mismo que haberlo hecho hace años atrás, me gusta mucho ver esto aquí en terreno, yo creo que si los políticos que están a cargo de las tareas de Estado, tuviesen la oportunidad de conocer en terreno esto, tendrían una comprensión mejor de lo que es la misión de las Fuerzas Armadas, en especial del Ejército”.

También el presidente de la Comisión Defensa, señaló que conocer el criadero militar, donde a través de la bio técnica se genera el ganado mular para el Ejército de Chile, era muy interesante. Por otra parte el congresista destacó que tener la posibilidad, no solo de conocer el Regimiento de Artillería, sino también a la gente del Regimiento 14, quienes llegaron hasta Las Bandurrias, para realizar esta instrucción, lo hizo reafirmar sus convicciones con relación a la misión de las Fuerzas Armadas.

El legislador mientras se encontraba en terreno junto a los instructores y contingente realizó una reflexión señalando “Ojalá los chilenos conociéramos un poco más de lo que son estos ejercicios, el Ejército es un recurso de la nación, es de todos los chilenos... están preparados para defender nuestro territorio, para trabajar, por la cooperación internacional, en la cohesión social y también en la contribución al desarrollo nacional.

Esta visita refuerza mi comprensión de la misión del Ejército y refuerza mi convicción del grado de preparación de los instructores para liderar el contingente”.

Al finalizar la visita a las unidades castrenses Patricio Hales, señaló “este es un pequeño curso en terreno, que me ha dado el Comandante en Jefe de la IV División y por lo tanto en mi calidad de Presidente de la Comisión Defensa de la Cámara de Diputados, hablo a nombre de todos mis colegas Diputados miembros de la Comisión, sería una buena idea que nuestra Comisión se reuniera en más de alguna sesión en este tipo de ejercicios, aquí en campaña y conociendo el terreno; tengo la certeza que todos los Diputados de la Comisión, estarían dispuestos y sería una manera de entender esta información, ya que están a cargo de fijar políticas públicas en relación a las Fuerzas Armadas”, enfatizó.



Ballenas y Soberanía

Autora de este artículo: Bárbara Galletti, del Centro de Conservación Cetácea. Galletti también es miembro del Consejo Consultivo del Diputado Hales.

A continuación se presentan dos artículos:


1) “Ballenas, Estandarte de Soberanía Nacional” donde se presentan antecedentes históricos sobre la relación entre la soberanía de Chile y las ballenas, y su actual potencial para fortalecer al país en las negociaciones de alta mar.

2) “Ballenas como Herramienta para la Conservación y un Desarrollo Equitativo” donde se entrega una visión respecto del giro de la actividad ballenera hacia su utilización no letal y sus beneficios ambientales, económicos, sociales y educativos, que facilitan la conservación de los ecosistemas y promueven el resurgimiento de las comunidades costeras del país avanzando efectivamente hacia un desarrollo equitativo.

1) BALLENAS, ESTANDARTE DE SOBERANIA NACIONAL

Las interrelaciones entre las diversas especies de cetáceos y las comunidades costeras son de larga data en aguas del Pacífico Suroriental, en lo que hoy corresponde a la Zona Económica Exclusiva de la República de Chile. Existen registros históricos que evidencian el aprovechamiento de ejemplares varados por parte de comunidades indígenas del sur de Chile , así como también de actividades de caza costera en el litoral de la zona norte del país.

Ya para inicios del siglo XVIII las riquezas del Pacífico Sur fueron relatadas por Alejandro Humboldt quien afirmaba que éste reunía todas las circunstancias que facilitaban la pesca de ballenas debido a la abundancia de la vida marina, que ofrecía a los cetáceos una comida abundante . Posteriormente, los legendarios relatos del Capitán Cook sobre el número y prodigioso tamaño de las ballenas que se encuentran entre Tierra del Fuego y América Meridional despertaron el interés de balleneros ingleses, quienes en 1789 fueron los primeros en penetrar las aguas del Pacífico en busca de estos animales, regresando con un cargamento completo de aceite de ballena y demostrando la veracidad promisoria de los relatos de Cook .

La noticia sobre la abundancia de cetáceos en la región se expandió rápidamente y en 1792 se inicia la caza comercial de grandes cetáceos en aguas chilenas por parte de flotas norteamericanas, británicas y francesas, las cuales tuvieron como área de operaciones las aguas del Pacífico sur oriental desde el Cabo de Hornos hasta las Galápagos . El ciclo ballenero en el Pacífico Sur mantuvo una curva ascendente desde su inicio en 1792 hasta mediados del siglo XIX.

Para Chile, este periodo tuvo un importante significado político debido a que diversas fragatas extranjeras sirvieron a la causa independentista, distribuyendo propaganda revolucionaria a favor de la libertad política del país . Desde entonces, las ballenas han estado vinculadas a la consolidación de los derechos soberanos de Chile.

Hasta 1880, los cazadores de bandera extranjera fueron los únicos que se ocuparon de las ballenas del mar de Chile. A partir de ese año la caza de ballenas nacional se inicia de la mano de Juan Macaya, pescador portugués radicado en Talcahuano, cuya factoría se convertiría en la compañía más perdurable de la historia ballenera nacional. No fue sino hasta comienzos del siglo XX que capitalistas y comerciantes del sur del país se interesaron en desarrollar la industria ballenera nacional en las aguas del Pacífico austral y Antártica, la cual alcanzó su apogeo al final de la década de 1920. A partir de 1936 nuevas empresas nacionales se instalaron en la zona norte y centro de Chile, convirtiéndose rápidamente en las principales compañías balleneras hasta la década de 1960 .

A partir de mediados del siglo pasado, la historia de la ballenería en Chile jugaría nuevamente un rol fundamental en la defensa de la soberanía nacional. Luego de finalizada la segunda guerra mundial, el agotamiento de los recursos balleneros en aguas septentrionales y el desarrollo de nuevas tecnologías marítimas desplazó los intereses balleneros extranjeros hacia el hemisferio sur, impactando negativamente a las compañías balleneras nacionales que no podían competir con los modernos barcos factoría extranjeros los cuales operaban sin ninguna regulación en las aguas del Pacifico Suroriental. Este hecho impulsó al país a liderar una iniciativa pionera que posteriormente se convertiría en el más grande aporte de Chile al Derecho Marítimo Internacional: la Declaración Oficial del Presidente Gabriel González Videla, sobre la Tesis de las 200 Millas Marinas del 23 de Junio de 1947. En ella, el Gobierno de Chile proclamó la soberanía sobre los mares adyacentes y sus costas hasta una distancia de 200 millas con el fin de proteger, conservar y aprovechar sus recursos y riquezas naturales, con el objeto de impedir que fuesen explotadas en perjuicio de los habitantes de Chile y mermadas o destruidas en detrimento del país y del Continente americano .

Posteriormente Chile, Ecuador y Perú reforzaron la Tesis de las 200 Millas Marinas mediante la Declaración de Santiago sobre Zona Marítima de 1952, suscrita durante la Primera Conferencia sobre Conservación y Explotación de las Riquezas Marítimas del Pacífico Sur. En ella los países involucrados proclamaron su soberanía y jurisdicción exclusivas sobre el mar que baña sus costas hasta una distancia mínima de 200 millas marinas desde las referidas costas, con el fin de impedir que una explotación irracional de los recursos marinos pusiera en peligro la existencia, integridad y conservación de esas riquezas en perjuicio de los pueblos que poseen en sus mares fuentes insustituibles de subsistencia y de recursos económicos que les son vitales .

Treinta años más tarde, el establecimiento de la Zona Económica Exclusiva promovida inicialmente por Chile y originada en la necesidad de proteger y conservar el recurso ballena junto a los demás recursos marinos del Pacifico Suroriental, se convertiría en uno de los pilares del derecho marítimo internacional al ser reconocido por la Convención de las Naciones Unidas Sobre Océanos y el Derecho del Mar.

Desde entonces, Chile ha mantenido y fortalecido un compromiso de conservación de las poblaciones de cetáceos, jugando un rol fundamental en la adopción de medidas internacionales como el establecimiento del Santuario Ballenero Austral aprobado por la Comisión Ballenera Internacional en 1994 y promoviendo la protección de los cetáceos en aguas nacionales, mediante una veda extractiva por un periodo de 30 años y la reciente Declaración de Buenos Aires en Noviembre de 2005 .

La gran diversidad de cetáceos presentes en aguas chilenas y sus potencialidades para el desarrollo de actividades de uso no letal, unido a la tradición histórica del país en materia de conservación de las poblaciones de ballenas, justifica plenamente la consolidación de una Política Nacional de Conservación de Cetáceos y sus Ecosistemas, que represente íntegramente los intereses nacionales y promueva el derecho soberano del país de utilizar el recurso ballena mediante metodologías no letales.

Por otra parte, diversas convenciones internacionales refuerzan mecanismos para la conservación y utilización no letal de los cetáceos, como por ejemplo:

Durante la VII Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD/COP7) los países acordaron adoptar los “Principios y Directrices de Addis Abeba para la Utilización Sostenible de la Diversidad Biológica ”, donde se establece entre otros que el término “uso” se aplica tanto al uso consuntivo como no consuntivo y que las políticas nacionales e internacionales deben tomar en cuenta los valores intrínsecos y otros valores no económicos de la diversidad biológica.

Bajo la Convención Sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), los Estados Parte mantienen un compromiso internacional de protección, tanto dentro como fuera de la ZEE, hacia las poblaciones de especies altamente migratorias que se encuentran en peligro . Adicionalmente, se establece que los estados pueden prohibir, limitar o reglamentar la explotación de los mamíferos marinos en forma más estricta e incluso se extienden estas provisiones a la conservación y administración de los mamíferos marinos en alta mar .

Por otra parte, la Convención sobre Especies Migratorias (CMS) establece medidas de conservación y protección para aquellas especies que se encuentran en el Apéndice I (en peligro), incluyendo la prohibición de sacar estas especies de su ambiente natural. Al respecto la Convención establece que los Estados Parte se esforzarán por conservar los hábitats importantes para las especies incluidas en el Apéndice I y procurarán prevenir los factores que ponen en peligro o implican riesgo de poner en peligro a estas especies.

En la actualidad, la discusión sobre los recursos pesqueros en aguas de alta mar aumenta y Chile, como importante nación marítima, podría posicionarse nuevamente a la vanguardia de las políticas internacionales, donde las ballenas podrían jugar nuevamente un rol fundamental como estandarte de soberanía, ahora hacia aguas internacionales. Su estrecha relación histórica con el país y su soberanía, el aprecio de la ciudadanía chilena hacia estos gentiles gigantes, su potencial para el desarrollo sustentable y equitativo a través de su utilización no letal, y los mecanismos legales internacionales existentes para asegurar su conservación, convierten a la ballena en una oportunidad para el país de velar por los derechos de su pueblo a utilizar y conservar su patrimonio natural marino y otros recursos pesqueros en alta mar.

En este sentido, es necesario que Chile consolide una política nacional fuertemente comprometida con la conservación y uso no letal de los cetáceos dentro de la ZEE y, como acérrimo defensor de ello, vuelque sus esfuerzos de conservación de cetáceos hacia alta mar, puerta de entrada para abordar otros recursos en la cuenca del Pacífico Sur.


2) BALLENAS COMO HERRAMIENTA PARA LA CONSERVACIÓN Y UN DESARROLLO EQUITATIVO

Con más de 4.000 km de litoral y una gran biodiversidad marina, Chile cuenta con un enorme potencial y gran atractivo turístico para posicionarse como un destino emergente ante la creciente demanda mundial por actividades de ecoturismo marino.

El desarrollo turístico planificado e implementado adecuadamente, puede ser una alternativa económica sostenible al igual que una estrategia eficaz de conservación. Dentro de este concepto es que podemos hablar del ecoturismo, uno de los nichos de mayor crecimiento en la industria del turismo y una importante herramienta de desarrollo sustentable.

Basado en la apreciación de la naturaleza, la conservación de la fauna y flora y el respeto a las culturas locales, el ecoturismo se define como un turismo responsable que: involucra directamente a las comunidades locales en su desarrollo, promueve la conservación de la naturaleza y las tradiciones culturales de la comunidad; educa a los visitantes sobre las especies silvestres que habitan el lugar; mejora el nivel educativo y socioeconómico de las comunidades que lo realizan; y brinda una plataforma para el desarrollo de investigaciones científicas que permitan monitorear el estado del ecosistema marino. Así, el ecoturismo se distingue del turismo de naturaleza por su énfasis en la activa participación de la comunidad, la conservación, la educación y la responsabilidad del viajero.

Las medidas adoptadas por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) a finales de la década de los setenta y principios de los ochenta, como la implementación de una moratoria internacional sobre la caza comercial de ballenas, brindaron nuevas alternativas de desarrollo económico del recurso ballena a través de su utilización mediante metodologías no letales, como es la observación responsable y regulada de estos grandes cetáceos.

Durante el mismo período, el Turismo Regulado de Observación de Cetáceos inició una acelerada expansión a nivel mundial que ha permitido el crecimiento económico de las comunidades costeras que lo desarrollan, beneficiando directamente a los pobladores de dichos lugares.

Enmarcado dentro del concepto de ecoturismo, el Turismo Regulado de Observación de Cetáceos se perfila como una de las actividades turísticas más rentables. En 1998, más de 9 millones de viajeros visitaron 87 países con el fin de observar ballenas y delfines, generando ganancias por más de un billón de dólares. Desde entonces, las cifras continúan aumentado a un ritmo acelerado.

Esta alternativa de utilización no letal de los cetáceos constituye un ejemplo responsable de conservación y manejo de nuestro patrimonio natural marino, y reemplaza la caza de ballenas que casi priva a las generaciones actuales y futuras de su presencia, por una actividad sustentable a largo plazo.